Querer o desear algo no te lleva hacia ese lugar...es como si los vientos del sur decidieran y modoficasen nuestros rumbos, nuestros sentimientos, nuestros impulsos.
Nuestra dinámica de pensamiento nos conduce a no aceptar la vida tal como viene, a creernos en posesión de nuestros finales.
Los deseos no son más que lo que fomentan, más allá de lo que se consigue.
Quizás sea el instinto lo que hace aceptar o reckazar las opciones que se nos presentan, o quizás la química, la confluencia de las hormonas, o quién sabe quizás aquello que comemos.
Las experiencias pasadas también dicen que condicionan nuestras decisiones.
Como aceptar las frustraciones de la vida e ahí la cuestión, ¿ Cuánta culpa tenemos de lo que nos pasa? ¿Cuán suerte de lo que nos brinda la vida?
De gran parte seremos responsables, pero de otra gran parte estamos a merced de los elementos...
Suerte en tu caminar, que los vientos soplen a tu favor, que aquello que desees se convierta en lo que quieres, y si no es así, que sepas aceptar la vida...
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