sábado, enero 28, 2006

atisbando la tierra desde el espacio



Disparado he salido hacia el espacio exterior, que diferente se ve la vida desde aquí, todo parece posible, si que es cierto que se echa de menos el contacto con los humanos, la calidez es de diferente forma, te siento tan cerca pero a la vez estás tan lejos.

Aquí en la nave tenemos todo lo que queremos: música, podemos escuchar toda la que deseemos, consiguiendo una abstracción aún mayor que nos aproxima a la luna; nos conectamos con aquella gente que ya conociamos o está aún por conocer; a veces, como es normal, la comunicación se corta y es que hay que entender que no hay antenas en cada planeta, satélite, cometas,...

También es cierto que sentimos los marcianos un poco más cerca, pues, a veces, la nave parece que hace lo que quiere, o quizás sea el magnetismo de la tierra, que hace que vayamos para donde el quiere, y no hacia donde nosotros queremos.

Pilotar la nave no es tan fácil, y es que como ahora viajamos al espacio los neófitos, resulta que todo se hace más divertido, a perdonar los planetas y demás que me miran con recelo y con miedo por el descontrol que provoca un piloto novato.

Ahora que la tierra se encuentra a cierta distancia, la que se ve en la foto, no se cuanto es en metros, o kilometros, o pies que seguro que serán más.

Hay que ver como pasa el tiempo aquí en la nave, a veces, me acerco a la ventana, y me paso las horas mirando, y me digo: " Os veo a todos, aunque vosotros mireís al cielo y no me veaís, aunque yo os veo pequeñitos..."