lunes, enero 15, 2007

No, no pidas peras a un Olmo, de nada te vale



sensibilidad.
(Del lat. sensibilĭtas, -ātis).
1. f. Facultad de sentir, propia de los seres animados.
2. f. Propensión natural del hombre a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura.
3. f. Cualidad de las cosas sensibles.

sentido, da.
(De sentir).
1. adj. Que incluye o expresa un sentimiento.
4. m. Entendimiento o razón, en cuanto discierne las cosas.
5. m. Modo particular de entender algo, o juicio que se hace de ello.
6. m. Inteligencia o conocimiento con que se ejecutan algunas cosas.
7. m. Razón de ser, finalidad.

Hubo un tiempo, o quizás no, en que lo verdaderamente interesante residía en lo diferente, pues aquello como causa producía su efecto, causaba sentimientos, reflexión o gusto interno.
El Arte basado en personalidades difíciles era también el efecto de causas internas que rompían el interior del creador y se manifestaban hacia afuera. No buscaban el reconocimiento en sí mismo, aunque a veces llegaba, la fama llegaría después..., quizás...
Ahora en estos tiempos, en los que sí miramos atrás hay mucho dicho y expresado, los comportamientos humanos no buscan el gusto o lo que aportaba el Arte. Ahora se quiere ser vulgar, se impone el Dios de lo vulgar, la copia. El Arte vulgar y el comportamiento que te identifica con el rebaño, como forma de sensibilidad.
No es fácil tener Sentido y Sensibilidad, pero es que ya no se busca, queremos sacar lo más animal del Hombre, no lo más que debiera demostrar la especie que somos. Y que algunos creen superior, todo tendrá un porqué...
Cansados de aprender buscamos únicamente lo material, lo efimero, lo insustancial.
Si supieramos cuan deleite es el disfrutar de la belleza de aquello que se halla en el Arte.